La historia de lo que, con el transcurso de los años, será la actual FERVE empieza en 1924. Bienvenido Ferret Vidales, abuelo del actual propietario de la empresa, Juan Ferret Piñol, consigue la representación del fabricante de neumáticos Michelin, el año siguiente, 1925, inaugura los Talleres Eléctricos Ferret. Junto a las reparaciones de vehículos, entre sus primeras actividades se encuentra el rebobinado de motores eléctricos e inducidos para la dínamo del Ford T, uno de los automóviles más célebres y más vendidos de la época. Igualmente se dedica a la venta de baterías de las marcas Willard (EUA) y Dinin (Francia).
A principios de los años 1940 se comercializan baterías de construcción propia. Es el nacimiento de FERVE, denominación formada por las primeras letras del apellido del fundador y de su villa nativa: FER de Ferret y VE de Vendrell.
1956
La escasez de materiales de aquellos tiempos es el mejor acicate para la imaginación. Así, y a fin de paliar la falta de hilo de cobre, Bienvenido Ferret idea una máquina que recubre el hilo de cobre de los inducidos de dínamo quemados con dos capas de algodón, de tal manera que permite reutilizar los componentes ya empleados. Progresivamente, la elaboración de aparatos originales adquiere mayor importancia y pronto se precisa una ampliación del negocio. De esta forma, en el año 1956 el hijo menor de Bienvenido, Juan Ferret Carbonell se traslada a un local de la calle de Santa Ana, en pleno centro histórico de El Vendrell, destinado exclusivamente a la producción en serie: bobinas inductoras para vehículos nacionales y extranjeros, bobinas de lanzamiento y de arranque, controladores de baterías y cuadros de comprobación para coches y motocicletas, entre otros. Hoy la actividad de los Talleres Eléctricos Ferret la prosigue el hijo mayor de Bienvenido Ferret, José Ferret Carbonell, con dos tiendas de recambios y accesorios para el automóvil con el nombre comercial Telfer, ubicadas en El Vendrell y Tarragona.
El 18 de abril de 1956, Juan Ferret Carbonell pasa a asumir la dirección. A partir de este momento se inicia la expansión de FERVE, exportando a un número creciente de países. Al mismo tiempo que aumenta la implantación en los mercados interior y exterior, continúa la creación de patentes y la mejora de los inventos anteriores. La gama cubre ya gran parte de las demandas de los profesionales del sector: cargadores de baterías rápidos y normales; cargadores automáticos; aparatos de comprobación, minicomprobadores y comprobadores de baterías; comprobadores de bombillas y para luces de seguridad; minivoltamper; voltímetros-amperímetros; pinzas de baterías; microdensímetros; densímetros de precisión; cepillos especiales para batería; botellas automáticas sin vertidos, etc.
1962-1970
La magnitud que adquiere la empresa y el aumento paulatino de los pedidos conlleva la necesidad de más espacio para las cadenas de fabricación y montaje. Por ello, en 1962 FERVE se ubica en un edificio de tres plantas, en la calle Nueva, y en 1969 se coloca la primera piedra de la factoría actual, situada en la carretera de Calafell, 15-25, donde FERVE se establece definitivamente en el año 1970.
La fábrica y sede social de FERVE ocupa alrededor de 5.000 metros cuadrados, repartidos en dos plantas. Incluye recepción, oficinas, dirección, laboratorios de investigación y diseño, cadenas de montaje, almacenes, etc. Los procesos de producción están permanentemente controlados, desde la recepción de materias primas a la fabricación, el embalaje, la expedición y la disposición de stocks. Todo un cuidado sistema con objeto de garantizar la óptima calidad de los artículos y su correcta distribución.
FERVE cuenta con una extensa red de representantes y una amplia cartera de clientes en cerca de cien países, logrando un sólido prestigio en el sector de la automoción. Un resultado que nos enorgullece y nos impulsa a superarnos día a día.